Hay amigurumis que nacen para decorar, otros para abrazar… y luego está Sandi, que nació para recordar. Nadie sabe exactamente cuándo apareció, pero cuentan que surgió de un ovillo rojo una tarde calurosa, cuando una tejedora pensaba en lo bien que sienta el verano cuando lo llevas por dentro.
📼 Sigue conociendo a SAndi y empieza a tejerlo 🧶